El especialista Flavio Galván Rivera, en el foro “¿Estamos listos para la nueva realidad electoral?”, organizado por 50+1 Estado de México –encabezado por la diputada federal Ana Lilia Herrera Anzaldo- habló de los ajustes que por la pandemia por Covid-19 tendrán los comicios más grandes de la historia en el país, con la elección de 21,368 cargos (presidentes municipales e integrantes de ayuntamientos, diputados locales y federales) y 15 gobernadores.
Destaca la forma de hacer campaña, pues se dejarán de lado los multitudinarios mítines acostumbrados por los candidatos. Aumentará el uso de los medios de comunicación por internet y las redes sociales. Incluso ya debe pensarse en voto electrónico que no contempla la legislación, porque ¿cuántos ciudadanos podrán hacerlo? Deberá determinarse cuántos representantes de partidos, observadores y funcionarios podrán estar en las casillas de votación, con la sana distancia. Si consideramos que hay siete partidos nacionales con registro y en algunas entidades (en el Estado de México, Nueva Alianza), nos damos una idea de la cantidad de gente que estará en casilla.
Pero eso no es todo, comenta el ex magistrado del Tribunal Electoral Federal, vienen los que han solicitado registro como partidos –aunque puso en duda el posible registro por los tiempos- y es el caso de Redes Sociales Progresistas, Encuentro Solidario, Grupo Social Promotor de México, Fuerza Social por México, Libertad y Responsabilidad Democrática y Fundación Alternativa. Esto sería parte de la nueva realidad electoral, así que los líderes de los institutos políticos deben planear lo que viene.
No le parece curioso que ahora todos los partidos políticos hablan de “ciudadanizar” sus propuestas y postular ya no a militantes sino a integrantes de la sociedad civil que no pertenecen a ningún partido político. Lo mismo en morena, que en el PAN y en el PRI sus dirigentes Higinio Martínez Miranda, Jorge Inzunza y Alejandra del Moral han señalado en algunas ocasiones la necesidad de que sus partidos adopten esa figura y entonces ¿de que servirá militar en un partido político si el premio mayor se lo sacarán otras personas ajenas a la organización? Hay que ver que dicen los militantes que han hecho carrera política y que no han tenido oportunidades gracias a los compadrazgos y amiguismos.
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