Entre gélida brisa matutina que penetra en la piel de los que llegan y los primeros rayos solares que contrarrestan ese frío; el Mariachi los Reyes de Neza, llegaron al predio Aguacatitla, para entonar Las mañanitas a la Virgen de Guadalupe; ese gélido viento, también esparce las primeras notas musicales dedicadas a la Virgen de Guadalupe.
Junto con esas notas musicales también llegaron vecinos, y amas de casa; devotamente portando sus imágenes, telas impresas y enmarcadas con la imagen de la morenita del Tepeyac, además llevaron veladoras, muchas veladoras, que esperaban ser bendecidas por Ismael Sebastián Misionero servidor de la palabra y responsable de esta importante ceremonia religiosa.
Frente a los feligreses, la capilla de la Guadalupana, se distingue, además de su pulcritud en la fachada, por el bien elaborado arco y arreglos florales colocados a la entrada y a los pies de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Los Mariachis también entonan adecuados cánticos religiosos Previos a la ceremonia.
Los dévotos guadalupanos ya reunidos, rezan con fe y devoción, esperanzados en recibir un milagro religioso que les mejore su estado de salud o les genere una digna fuente de trabajo.
Junto al improvisado altar y al lado del servidor de la palabra; Enrique Octavio López Murillo dirigente regional de la Confederación Nacional de Organizaciones Agrícolas y Forestales, (Conoraf) y anfitrión de este festejo religioso se da tiempo para comentar que esta es la tercera ceremonia guadalupana que se realiza con los habitantes de Aguacatitla, para recordar que en 1531 la morenita del Tepeyac se apareció en la tilma de Juan Diego fortaleciendo el culto y la evangelización mexicana.
Pero además, destacó que la imagen de la Virgen de Guadalupe no solo fortaleció la evangelización; también los mexicanos se apropiaron de la Guadalupana, una vez consumada la independencia de México, cuando el Cura Miguel Hidalgo y Costilla enarboló el estandarte que llamo a la insurrección; así como lo hiciera también Maximiliano de Habsburgo al proclamarse guadalupano.
Enrique López también destacó la importancia que tuvo la imagen de la Virgen de Guadalupe en banderas y estandartes enarboladas entre los zapatistas, legitimando la lucha de indígenas y mestizos que peleaban por la defensa de sus tierras.
"Hoy después de cien años de estos movimientos sociales, dijo, los habitantes de La Paz, enarbolamos estandartes con la imagen de la Guadalupana, para continuar luchando contra los estragos ocasionados por la obligada contingencia sanitaria del Covid-19, que nos arrebató a muchos seres queridos, a otros les dejo sin empleo y otros más perdieron la vida irremediablemente; hoy en esta ceremonia elevamos una plegaria para resarcir tantas heridas que nos dejó está terrible pandemia, señaló.
Ya eran las diez y media de la mañana cuando esa gélida brisa continuaba golpeando la espalda de Doña Tere que arropada, repartía apresuradamente los ricos tamales verdes y de dulce; el arroz con leche y el atole champurrado, entre los asistentes que degustaban esos exquisitos alimentos.
Don Lupe más allá seguí lanzando cohetones al aire para venerar a la Virgen de Guadalupe.
Señalar que en este inolvidable 12 de Diciembre, en el predio Aguacatitla, también continuaron los festejos con una banda musical de viento, la quema del castillo con coloridos fuegos artificiales y esa convivencia que solidarizó la presencia comunitaria en esta demarcación.
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