Por Eduardo Muñoz
Nezahualcóyotl, Méx.- No obstante que vecinos de la calle Narciso Mendoza, al oriente de esta ciudad, interpusieron una denuncia por maltrato animal ante las autoridades de la Procuraduría de Protección al Medio Ambiente (Propaem) y la ratificaron dos días después, el asunto no ha prosperado un ápice ante los “oídos sordos” de la dependencia estatal, a la que no le importa que un perro permanezca atado desde hace 5 meses en el interior de un domicilio particular.
Lamentablemente, externaron los moradores, el can continúa aullando de dolor y constantemente se azota contra el zaguán de la vivienda buscando suicidarse.
Como el lector recordará, el pasado 22 de febrero, este medio de comunicación publicó la denuncia con el número de folio 0342, correspondiente al usuario 20220342Fo, demandando la ayuda de la Propaem para liberar a un perro joven, de unos tres años, color gris oscuro, el cual, según los vecinos, fue amarrado por su dueño -un sujeto que siempre está ebrio-, desde el pasado mes de septiembre, argumentando que el lomito es muy “juguetón” y, cuando está libre, derriba a los niños que habitan en cuatro viviendas del inmueble, marcado con el número 181 de la calle Narciso Mendoza, colonia Loma Bonita de esta metrópoli.
Los colonos lamentaron que la denuncia de maltrato no haya interesado en absoluto a la Propaem, la cual de plano borró los datos en los que podía consultarse el estatus de la misma.
Según los querellantes, quienes señalaron que dicha mascota lanza aullidos de dolor desde las 6 de la mañana hasta las 12 de la noche, de nada sirvió la intervención de la patrulla vecinal V-151, cuyos tripulantes acudieron al domicilio señalado hace tres meses y escucharon atentamente los argumentos del propietario, pero concluyeron que el asunto no era competencia de las autoridades locales, sino de las estatales, y se fueron a seguir patrullando.
Hoy, argumentan los denunciantes, la situación se encuentra indemne y no hay autoridad alguna que rescate al perro, el cual languidece de impotencia ante la maldad humana.
Cabe destacar que el animal no ha podido ser fotografiado porque permanece en el interior del domicilio, condenado a su miserable destino.
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