informacion general

miércoles, 21 de junio de 2023

A UN AÑO DE LA MUERTE DE DOS SACERDOTES JESUITAS, MUESTRA MUSCULO, LA IGLESIA CATÓLICA


Se cumple el primer aniversario del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, ante la indiferencia del gobierno federal, la impunidad y la violencia permean en todo el territorio nacional mexicano; en el semanario oficial de la Iglesia Católica, Desde la fé, se señala que miles de víctimas de la violencia se acumulan día con día, y confirma que “Asesinados y desaparecidos, cuerpos sin identificar, fosas clandestinas, son expresiones de este terrible mal que padecemos”.

El pasado lunes se llevó a cabo una misa en la Catedral Metropolitana, en memoria de las víctimas de la violencia, asistieron a la homilía grupos numerosos de feligreses con pancartas donde piden la búsqueda de sus familiares, en otras se solicitaba justicia por el asesinato del familiar o amigo y claro en otras tantas, se exigía que se actuara en contra de la violencia que se ha generado en todo el país.

Lo anterior fue el inicio de las actividades que vendrá realizando la Iglesia Católica mexicana, luego de un año del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en su parroquia y un civil, el mismo día en que se llevó a cabo la homilía, se convocó para que al día siguiente, el martes 21, a las tres de la tarde, todas las parroquias del país realizaran, a nivel nacional, un redoble de campañas como señal de duelo por las víctimas de la violencia.

Debemos recordar que el redoble de campanas es de duelo, el repique se hace en señal de alegría.

Nunca han sido tersas las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado laico, además es de reconocer que es innegable la presencia que la institución religiosa ha tenido históricamente en nuestra cultura. Ciertos espacios de socialización, de formas de asumir la vida, hasta la misma disposición especial de las ciudades y pueblos, tienen que ver con la influencia de la Iglesia que se ha mantenido prácticamente incólume, desde los tiempos de la Nueva España, a pesar de los embates de la secularización de los siglos XVIII y XIX, y de la radicalización de los gobiernos revolucionarios de los generales Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas.

Las relaciones entre el Estado e la Iglesia han sido francamente complicadas y tormentosas, pero al mismo tiempo, ambas instancias han aprendido a negociar y buscar espacios para la conciliación. El meollo fundamental estriba en el doble poder de la institución religiosa: el poder temporal y el espiritual, y las fundamentaciones doctrinales para trascender el espacio de lo espiritual y participar en lo político, en la construcción del reino de Dios, en el “aquí y ahora”. 

El apóstol Pablo de Tarso sentó las bases de una legitimación del imperio y del poder temporal, al señalar “dad al César lo que es del César”, pero sujeto, eso sí, a la vigilante conciencia de la Iglesia. 

Las condiciones están dadas, el gobierno federal es indiferente al problema social que representa la violencia en sus distintas formas, tiene bandera la Iglesia y su participación, aunque mesurada, está latente y buscará influir en la elección del año venidero.

Al tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario