La Paz, Méx.- Mientras la ciudadanía busca las formas de
evitar contagios en medio de la emergencia del coronaviris COVID-19 elementos
de la Policía Estatal se dedican a cometer actos de corrupción sobre la
carretera federal México-Puebla a la altura del kilómetro 20.2 al colocar un
reten que utilizan para detener a conductores de autos particulares, sin
revisar las unidades del transporte público de pasajeros donde a diario se
cometen asaltos a mano armada.
Es lamentable que mientras la titular de la Secretaria de
Seguridad Ciudadana, Maribel Cervantes Guerrero asegura que dentro de la
corporación no hay actos de corrupción o extorsión los elementos de la unidad
24209 coloquen un reten sobre la carretera federal para detener a conductores
bajo cualquier pretexto, y ante la falta de un documento son amenazados con
quitarles el vehículo y llevarlo al corralón.
La patrulla como medio oficial y cuyas elementos se han
vuelto más prepotentes al ser apoyadas por la titular, utilizan grúas como
medio de intimidación para presionar a los conductores y ser extorsionados,
debido a que cuando un auto es remitido al corralón debe pagar elevadas cuotas
por el arrastre y derecho de piso en los corralones que siguen siendo
consecionados por el estado a particulares.
Al colocar el punto de "revisión" cierran dos de
los tres carriles de la carretera lo que ocasiona un congestionamiento
vehicular que en lugar de agilizar el tránsito se convierte en una problema
para los conductores al cruzar por el lugar.
La policía estatal en lugar de revisar las unidades del
transporte público de pasajeros para evitar asaltos a mano armada o para
detectar aquellas unidades irregulares se ponen a detener automovilistas
particulares para extorsionarlos.
Los y las policías se colocan con frecuencia en ese lugar
debido a que son los límites de los municipios de La Paz, Valle de Chalco e
Ixtapaluca por lo cual les resulta favorable para que la población no presente
denuncia alguna por las irregularidades cometidas por los uniformados
estatales.
Con anterioridad señalaban a los policías como los más
corruptos, pero ahora resulta que las policías son igual o peor de corruptas
por lo cual las autoridades competentes deben tomar cartas en el asunto e
impedir que siga el abuso de los uniformados de la policía al servicio del
estado de México.
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