En el PRI del Estado de México y en el nacional, no aprenden; con el principio de “la disciplina es norma” todavía se pretende que haya que acatar lo que digan las cúpulas.
En la pasada contienda electoral las cúpulas decidieron que la candidata a la gubernatura fuera Alejandra del Moral Vela, aunque una gran cantidad de las bases priistas estaba con Ana Lilia Herrera Anzaldo, la decisión estaba tomada y había que apoyar a Alejandra del Moral; es indiscutible que no obstante la personalidad de mal hablada de Alejandra, tuvo un importante crecimiento, pero perdió por el “acuerdo” o porque su personalidad era la adecuada para darle en triunfo a Delfina Gómez Álvarez.
Ahora desde Toluca, desde la cúpula priista, con el todavía presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Erick Sevilla Montes de Oca, se llama al priismo a que aporten firmas para Beatriz Paredes Rangel y para Enrique de la Madrid Cordero, aunque las bases evidentemente están con Xóchitl Gálvez; digo que con el todavía presidente del PRI, porque ya se habla que Erick Sevilla, será remplazado por Alejandra del Moral, y con el cambio llega nuevamente el autoritarismo y las mentadas, características de Alejandra del Moral, porque las personas no cambian por el hecho de haber participado en una campaña y Alejandra no va a cambiar, su forma de ser es la esencia en su personalidad
Pareciera que en la cúpula priista están tontos de su cabeza, como es posible que no entiendan que al ir con Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid, están haciendo a un lado a quien podría ser una candidata con seria fortaleza para la contienda presidencial en Xóchitl Gálvez.
Es indiscutible que la experiencia de Beatriz Paredes, la llevaría a ser una buena gobernante y bueno de Enrique de la Madrid, aunque le pesa el apellido, podría hacer un buen gobierno, pero su misma figura recuerda a Alfredo Del Mazo, que fue un fracaso como gobernante.
Lo que pasa con Beatriz y con Enrique, es que con toda la experiencia que podrían aportar, no conectan con la gente, y la cúpula priista no alcanza a entender, que la gente no vota por el candidato con más experiencia, vota por el candidato que se identifica con ellos, con los votantes y resulta más que evidente que Xochitl Gálvez, que no pretendía participar en la contienda por la Presidencia de México, ha logrado conectar con los votantes nacionales.
Pero como si lo anterior no fuera suficiente, Xochitl Gálvez es una mujer que, como dijera Luis Donaldo Colosio, una mujer producto del trabajo y del esfuerzo, una mujer que surgió de una comunidad indígena otomí que inició sus estudios básicos en su natal Tepatepec, que al no haber escuela secundaria en su pueblo, tuvo que acudir a Mixquiahuala a donde tenía que viajar diariamente, por lo que para costear sus gastos educativos vendía gelatinas en el mercado del pueblo.
Finalmente es una empresaria exitosa con reconocimiento mundial y ahora la tenemos como senadora de la República.
Lo anterior no lo entiende la cúpula priista del estado de México que piensa que ahí están los priistas que obedecerán, pero en la realidad las bases priistas han aprendido, así como antes les prometieron, ahora ellos prometen, cuando les piden firmas para Beatriz Paredes les dice sí, pero no reúnen nada.
A la cúpula priista le cuesta mucho llamar a los presidentes de los comités municipales y encomendarles que hagan una junta, una reunión con los priistas, que les pregunten con qué candidato simpatiza y luego de hacer la reunión y que las bases den su opinión al respecto, mediante una votación, respetar esa decisión de las bases.
Al PRI lo hundieron al lugar donde se encuentra las decisiones de las cúpulas, pero la base priista ya despertó; quienes integran la base priista ya no respetó la decisión de la cúpula desde la pasada elección y ahora, seguramente, se juntarán algunas firmas para Beatriz Paredes o Enrique de la Madrid, pero la base priista, de darse la candidatura de Xóchitl Gálvez, votarán en las urnas por la candidata que conectó con ellos y no por la candidata que les quisieron imponer, como fue el caso con Alejandra del Moral.
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