Sin duda hay expectación en la decisión que tome Marcelo Ebrard esta tarde, porque seguramente, eso, será determinante en su futuro político.
Se ha especulado sobre si será el candidato de Movimiento Ciudadano; él ha dicho que no va a Movimiento Ciudadano, sin embargo en redes sociales durante el pasado fin de semana, se hablaba de una reunión entre Marcelo y Dante Delgado, se decía que se iban a reunir en un lugar de la ciudad de Toluca, nada se confirmó.
Se dijo respecto a lo anterior que si Ebrard fuera por Movimiento Ciudadano, le restaría votos a Xóchitl Gálvez, sin embargo hay que considerar que los seguidores de Marcelo son morenistas, por lo que los votos que se llevaría serían de MORENA. Si Marcelo fuera candidato de Movimiento Ciudadano, iba a abonar al triunfo de Claudia, ya que con Movimiento Ciudadano se divide el voto.
Claudia por su parte ha dicho que las puertas de MORENA están abiertas para Marcelo, sin embargo el mismo Marcelo en medio de su enojo, dijo que no se pondrían a las órdenes de “esa señora”.
Una candidatura independiente no le alcanzaría a Marcelo para ganar, aunque existe la posibilidad.
Xóchitl Gálvez dijo que platicaría con Marcelo y que él tenía un espacio en el Frente; maquiavélica maniobra sería esta, porque en este caso, sí sería una demostración de que rompió con MORENA y con López Obrador; el berrinche en Palacio Nacional se escucharía hasta en los rincones más apartados del país.
Marcelo se adelantó al anuncio oficial y con ello deslegitimó el dedazo venido desde Palacio Nacional.
El perdedor en una contienda interna es quien verdaderamente legitima el triunfo del ganador, Marcelo, dígase lo que se quiera, no legitimó el triunfo, entre comillas, de Claudia Sheinbaum, y digo “entre comillas” porque los resultados de las encuestas resultaron para dar risa. Pero de las encuestas y de las encuestadoras dedicaremos otro espacio;
Pero bueno eso son simple y sencillamente especulaciones que seguramente nada tienen que ver con la decisión que tomara Marcelo y su grupo de seguidores.
Debemos recordar que Marcelo Ebrard dos veces dejó pasar a su “amigo” Andrés Manuel, primero para que su “amigo” fuera jefe de gobierno del Distrito Federal y luego, como candidato a la Presidencia.
Marcelo repite la historia de su mentor Manuel Camacho Solis, quien en su momento tampoco, en 1993, le fue a levantar la mano al candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta, no cumplió con el ritual priista de ir a hacer público que el partido había elegido como candidato a su mejor hombre.
Es indiscutible la experiencia política en el ejercicio de gobierno de Marcelo Ebrard, sin duda ha sido el más brillante elemento en el gobierno de López Obrador, pero la preferencia de quien decide, no es por la experiencia y el trabajo, sino por la lealtad, y el presidente tiene claro que la lealtad está con Claudia.
A Marcelo se le olvidó un precepto importante: En política no hay lealtades, en política hay intereses que tienen que cuidarse, para la tranquilidad de cuando ya no se tiene el poder político....
Pero bueno, esperemos la decisión que tome esta tarde Marcelo Ebrard.
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